LA ZONA/ ENTREGA FINAL/ ANÁLISIS FOTOGRÁFICO
Considero que la fotografía esta realizada con una cámara analógica, en soporte de película, con un lente normal de 35 mm y velocidad de obturación 1/125 -f1/250s y diafragma de f/2.8. A simple vista podemos notar el uso de luz natural a través de la ventana que se recorta en las sombras, al principio aún que sostenía que era luz natural pensé que también se podría haber simulado en luz artificial en estudio, pero luego de investigar a la fotógrafa encontré que solo utiliza luz natural. A juzgar por la proyección de la luz y la temperatura de la misma, calculo que la fotografía fue tomada en horas de la mañana, (dependiendo del lugar y de la estación obviamente, pero después de la golden hour y antes del mediodía). Es una toma directa. Técnicamente creo que podría llegar a estar levemente sobreexpuesta ya que sobre el rostro, en la parte izquierda perdemos un poco de información de los rasgos, considero que la elección del color de la vestimenta está muy bien ya que contrasta correctamente con el fondo, pero al mismo tiempo el color de la piel de la jóven retratada es muy similar a la paleta del fondo en valores y se empasta bastante, igualmente creo que en este punto funciona muy bien la luz elegida porque logra jerarquizar o despegar un poco lo que sería el rostro de la muchacha.
Es una fotografía documental/ artística pero creo que también podría funcionar para fotografía de moda. Un retrato y al mismo tiempo un testimonio, de la adolescencia, de los cuerpos, de la incomodidad, de la mujer. Se podría deducir el nombre del autor aunque no se supiera de antemano ya tiene todas las características de la marca personal de la fotógrafa, Hellen Van Meene, a primera vista sus obras parecen oscilar entre una pintura y una fotografía, se destacan por retratar a mujeres jóvenes en interiores o exteriores con luz natural, colores sobrios, y encara las temáticas documentales de la fragilidad, del atravieso de la pubertad, enfocadas en la posición incómoda de los cuerpos, todas sus imágenes comparten esta especie de lo estático que a la vez es liviano, de lo tenebroso, real y fantástico, sus retratados parecen encontrarse en el límite de muñecos de porcelana, espectros fantasmagóricos y personas reales traumatizadas.
Esta imagen es importante para su carrera ya que se destaca en la serie de retratos adolescentes por la cual se destaca su nombre.
En la imagen podemos observar a una joven sentada en un banco con un canario (o algún tipo de ave similar) posado en altura sobre su mano derecha, la joven mira directo a cámara con serenidad y confianza desafiante, su mano izquierda reposa tiesa, abierta en forma de gancho hacia el techo sobre su regazo, el fondo con escasez de detalles es el gris sobrio de una pared con algunas manchas de humedad y deja ver sobre el costado derecho la mitad de una puerta estilo granero o industrial. El sol a través de una ventana cae sobre el pecho, la mano, el canario y el rostro de la joven, haciendo un difuso pero perfecto recorte. La sobriedad de la pálida piel del sujeto, la luz y el fondo se rompen por dos puntos de atención en la imagen, los colores complementarios del verde del plumaje del canario y el vibrante rojo del vestido que luce la joven, terminan de cerrar la paleta de colores.
Considero que esta imagen es muy bella desde si la analizamos conceptualmente hasta nuestro primer avistaje, tiene algo de lo simple que no agobia pero que al mismo tiempo hace mucho ruido, la primer impresión donde es difícil decidir si es una pintura o una foto nos da un primer puntapié de lo sombrío, es que pareciera un retrato antiguo, de alguien muerto, la primer calma que transmite la mujer parece ser desterrada luego por su mirada y potenciada por la viveza del rojo que luce, y al mismo tiempo esto pasa con la posición de sus manos, donde en una parece cuidar de algo tan frágil como el pájaro pero al observar la rigidez y el peso de su otra mano es como si se estuviera controlando a ella misma para no matarlo. Un perfecto retrato del caos de la adolescencia que oscila entre la fragilidad de la niñez y la dureza de la adultez.
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